Alfredo Padilla
La semana pasada se registró la salida de la alcaldesa Geraldine Ponce Méndez, del Ayuntamiento de Tepic, tras de habérsele aprobado la respectiva licencia temporal por dos meses, a fin de fungir cabalmente como una de las coordinadoras de campaña de la posible candidata a la presidencia de la República, la doctora Claudia Sheinbaum; con la cual tuvo a su vez, cabe resaltar, ya su primer evento en su nueva faceta el pasado sábado 15 del presente, en ’El Porvenir’, municipio de Bahía de Banderas, de cara primero en la búsqueda de la denominada "Coordinación de Defensa de la Cuarta Transformación".
Lo anterior dejó en claro en primer término, el por qué de la urgencia de Ponce Méndez para que en la misma semana, la víspera a que se hiciera efectiva su licencia, se aprobara también un presupuesto de casi 3 millones 800 mil pesos, a efecto de emplearse en la presunta contratación de insumos para inauguraciones de eventos, al igual que para la también contratación de un despacho de consultoría contable; y en segundo término, la ausencia de la ahora Presidenta con licencia, dio lugar para el nombramiento de su suplente, la Licenciada Leticia Araiza.
Es de hacer hincapié entonces en que Tepic, en la ausencia de Geraldine, ha sido marco de diversos acontecimientos reveladores: algunos han aprovechado dicha ausencia para lanzar críticas que realmente no se logran entender, toda vez que se enfocan de pronto en una aparente preocupación por el supuesto incumplimiento del compromiso de Geraldine con el pueblo tepiqueño, cuando la ley es clara y permite la solicitud de licencia hasta por tiempo indefinido, ya no se diga por dos meses, y no pocos políticos - aún gobernantes y representantes populares en turno- han echado mano de ella en pro del cumplimiento de sus propias aspiraciones.
Sin embargo, con todo, numerosos perfiles del ámbito precisamente político y gubernamental de los diferentes poderes y órdenes, que se concentraron pues en el aspecto de menor peso: la licencia, pudieron haber caído presa quizá de un distractor que evitara justo en el tiempo requerido, ver en dónde realmente se omitió la ley de forma por demás artificiosa: con un ingenioso disfraz de legalidad, y quizá viendo que funcionó, sus autores repliquen el modelo en otros campos y circunstancias. ¿Cuáles serán las verdaderas implicaciones y efectos tanto a intramuros como para el bienestar de los ciudadanos, el ejercicio de la Alcaldesa suplente? Ya lo sabremos.
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