12 de octubre representa muerte y masacre de los pueblos indígenas: Armando Vélez

Por Edmundo Virgen
El presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas del Congreso del Estado, el diputado priista Armando Vélez Macías, al hacer uso de la tribuna del Poder Legislativo, manifestó en alusión al pasado 12 de octubre, que en esta fecha no hay nada que festejar, porque no se puede celebrar la muerte, la aniquilación y exterminio de los pueblos originarios, de su civilización y de su cultura.
Más bien, dijo, la conquista que se inició por el año 1521, representa el encuentro de dos mundos, relatado por el historiador e investigador mexicano autor del libro La Visión de los Vencidos, don Miguel León Portilla, que en forma detallada y en base a investigaciones y lecturas de antiguos códices, en los que se expone la forma cruel, despiadada y sanguinaria en que se desarrolló la conquista de los pueblos de América, incluso los conquistadores instauraron leyes que permitían el exterminio total de los pueblos.

El diputado externó, que si queremos celebrar a nuestros pueblos indígenas, lo hagamos a través de la preservación de su cultura, de su arte, mediante la creación de un mercado artesanal, donde puedan exhibir y vender sus productos artesanales, para que puedan ganarse la vida con su trabajo, elaborando productos que son muy admirados por el turismo.

Festejemos la resistencia de nuestros pueblos originarios que aun en este siglo XXI continúa, festejemos a Moctezuma, al Rey Nayar, a Lozada y a Benito Juárez, sabemos por las páginas de la historia que fueron los primeros fundadores del Continente Americano, forjando un imperio de cultura rico en tradiciones, para posteriormente sufrir el yugo de la conquista europea.
Desde hace 500 años los pueblos originarios han vivido una condición de desventaja, lo que ha motivado su lucha cultural, social, política, ideológica y cultural, en forma permanente, y en Nayarit hace apenas tres décadas los pueblos originarios eran todavía víctimas de discriminación racial hasta que este tema llegó a formar parte de la agenda gubernamental y en la década de los noventas del siglo XX los indígenas comenzaron a ganar espacios en el Congreso del Estado y en dependencias del gobierno.

Por último señaló, que los pueblos originarios representan una fuerza social que no puede detenerse, ni puede ignorarse. Sí a la Ley de Consulta y Cultura Indígena, sí al mercado artesanal y a la protección de su cultura.