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El secreto detrás del Gasolinazo

Leopoldo Mendívil López

El secreto detrás del Gasolinazo
Enero 12, 2017 21:04 hrs.
Política ›
Leopoldo Mendívil López › diarioalmomento.com

Todos estamos viviendo la consternación. De un instante a otro nuestro país parece comenzar a ’arder en llamas’. Todo por el ’gasolinazo’: el alza en el precio de la gasolina.

Pero… ¿por qué subió la ’maldita’ gasolina? Al parecer pocos están investigando esto, que es lo que realmente importa.

México comenzó a importar gasolina que antes producía. La historia detrás de esto es mucho más oscura de lo que parece a primera vista. Esta es la historia.

Hace apenas diez años (2006) fuimos el sexto productor mundial de petróleo (hoy somos el doce). Hace cien años fuimos clasificados como una de las cuatro reservas máximas de petróleo en el planeta Tierra –junto con Persia (actual Irán), Rusia, y los Estados Unidos (Ohio)-. Por eso fuimos seleccionados (por Inglaterra) para lo que luego se conoció mundialmente como ’La Revolución Mexicana’ (ver Secreto 1910: la financiación estadounidense para desestabilizar a México, derrocar a Díaz y hacer estallar la Revolución Mexicana).

El que México hoy tenga que importar gasolina del extranjero es un caso para el psiquiatra, que pasará a la historia como un caso único de estupidez y/o traición, aún peor que cuando los troyanos dejaron entrar el ’Caballo de Troya’ para destruir a su propia ciudad. Todo esto comenzó hace dos años:

En primero de septiembre de 2016 –Cuarto Informe de Gobierno- el gobierno de México ordenó –después de haber ’triunfado’ antes con la aplastante victoria llamada ’Reforma Energética’ (que por primera vez desde 1917 abrió el petróleo mexicano a los empresarios extranjeros y se ’pasó por el arco del triunfo’ al antes ’santísimo e intocable’ Artículo 27 de la Constitución Revolucionaria que establece que el petróleo y su explotación corresponden exclusivamente a los mexicanos)-; el régimen de Peña Nieto –enfrentado a una crisis- buscó de dónde ahorrar para el presupuesto. Muy fácil: quítenle a ’Pemex Refinación’.

Quítenle presupuesto a Pemex Refinación –desinviertan en Pemex-. Tronar a México.

Así es. Le quitaron el 89.3% del presupuesto al sistema que fabrica nuestras gasolinas: Pemex Refinación. De un plumazo –con la ayuda de los legisladores que lo aprobaron-, el gobierno desinvirtió –le quitó- el 89.3% del presupuesto al sistema que mantiene nuestros vehículos y maquinarias industriales en movimiento –ver Sergio Meana, El Financiero, septiembre 1, 2016-. ¡Bravísimo! Un momento… ¿Por qué hicieron esto?

Empezó antes. Para el presupuesto 2015 la Secretaría de Hacienda decidió quitarle 62 mil millones de pesos a Pemex (reducción del 11.5%). Según Karol García, de El Economista –febrero 17, 2015-, Pemex informó: ’es de tal magnitud [el recorte], que se está difiriendo la ejecución de las principales obras […] incluyendo reconfiguraciones de refinerías y los proyectos de gasolinas y diésel limpios (Ultrabajo Azufre)’. El mayor impacto: las ’plantas de Ultrabajo Azufre [Diésel] en Madero, Minatitlán, Salamanca, Salina Cruz y Tula’ (esto también afectó a quienes iban a construir los proyectos: ICA, Samsung, Wheeler USA, etc).
La pesadilla no terminó. Para el 12 de septiembre de 2016, la noticia fue así: ’Le quitan 100 mil millones de pesos a Pemex en el presupuesto 2017; representa el 1.2% del PIB’ –ver Aristegui Noticias de esta fecha-. ’Dentro […] del Paquete Económico [...] la Secretaría de Hacienda presentó un recorte de 100,000 millones de pesos para Petróleos Mexicanos’. El secretario José Antonio Meade explicó: ’El que más aporta al recorte es Pemex.’

Bravo. Esto detuvo 98 de los 364 proyectos estratégicos de nuestra petrolera, que ya está perdiendo dinero gracias a su ’envejecimiento’ –pérdida de 521 mil millones de pesos en 2015, sin precedentes en su historia, por falta de inversión en su infraestructura-. Gracias. Pemex es la que aporta la tercera parte del presupuesto de nuestro gobierno. ¿Ahora queremos tronarla? Cuando gane menos, o desaparezca, lo cubriremos nosotros, con impuestos, o con pobreza.

El mayor impacto fue, de nuevo, contra la Refinación. Todo esto ocurre en el momento en el que los extranjeros ya están salivando por hincar sus colmillos sobre la poderosa e inexplotada reserva petrolera de México, que siempre han deseado. Ahora está por fin abierta –legalmente-, y sangrante, para las corporaciones que décadas atrás financiaron y patrocinaron –incluso con armamento- la ’Revolución Mexicana’, y los derrocamientos y asesinatos de los siguientes presidentes mexicanos, para apoderarse de nuestro petróleo: Madero, Carranza y Obregón.

(Dato al margen, hoy se sabe oficialmente que el autor de la ’Reforma Energética Mexicana’ ni siquiera fue un mexicano. Fue David Goldwyn, asesor máximo de la entonces Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton. Gracias, medios mexicanos, por no informárnoslo. Los que aquí impulsaron e implementaron la ’Reforma Energética’ fueron –como siempre- simples manoplas de los Estados Unidos –todo esto se dijo en ’Secreto R’ desde 2014, incluyendo la reunión de 2005 donde Pedro Aspe y los magnates americanos iniciaron este proceso que en última instancia va a extranjerizar el petróleo de México para beneficio de los Estados Unidos.)

Resultado: MÉXICO YA NO PUEDE PRODUCIR GASOLINA: NI SIQUIERA PARA SÍ MISMO.

México se automutiló (mejor dicho: su gobierno mutiló a México)

Pregunta: ¿en qué país –o mejor dicho- en qué maldito universo alguien le quita presupuesto a la industria que hace ricos a los otros países del mundo? ¿Acaso un ranchero, para ajustar su presupuesto, en caso de crisis, le bajaría el ’gasto’ a la alimentación de sus puercos, o de sus vacas, de los cuales vive? ’Es que lo que aquí nos sale más caro de todo, niños, son los puercos’. Sus hijos le dirían: ’Apá, qué pendejo eres. Lo que pasa es que tú no sabes hacer negocio’.

En estos días un experto me dijo: es un hecho que para Pemex ya no era negocio la refinación. Mi mente se preguntó: ’What?’. Me dijo: ’En México ya no es negocio producir la gasolina. Nos sale muy caro refinar nuestro petróleo y convertirlo en gasolinas.’ Le pregunté: ’¿Por qué?’ Me dijo: ’Es que nuestras refinerías están ya muy viejitas; tendríamos que modernizarlas, pero nos saldría carísimo. Calderón quería construir cinco refinerías nuevas, pero no se pudo. Sale más barato comprar refinerías usadas en los Estados Unidos, o rentarlas. Ya tenemos una en Texas, en Deer Park.’ Es verdad. Se llama tal cual: ’Deer Park’ –co-propiedad de Pemex con PMI Trading-, y para el caso, ya la perdimos. Ya nos la quitó Shell.

Me quedé como ustedes: perplejo. México produce petróleo crudo –sin refinar-, que vale menos de la mitad que el procesado –refinado, convertido en gasolinas-. México se haría doblemente de rico si en vez de exportar al mundo su petróleo crudo le vendiera petróleo refinado a los países. Pero a nuestro gobierno le parece que ’no vale la pena’ invertir en tener refinerías –ya ni siquiera modernizarlas, ni mucho menos construir nuevas; lo que viene si seguimos esta política será destruir las que quedan y venderlas como deshuesaderos, destruirlas, para depender ahora en forma total de las importaciones extranjeras-. Mejor compremos la gasolina a los extranjeros, pagándoles a ellos dos veces el valor de lo que nosotros les vendemos a ellos como crudo –sin procesar-. Bravísimo.

Cualquiera que sepa matemáticas podrá calcular que en diez años, con este nuevo modelo, vamos a deber más dinero que el que pueden imaginar nuestros hijos –los que lo van a pagar-. Por cada moneda que nos entrará –por vender crudo- saldrán dos –por comprar refinado-. Una ’balanza comercial desbalanceada’. Este sistema parece estar diseñado para ’destruirnos’ a los mexicanos. Pero… ¿quién lo diseñó? ¿Un extranjero? ¿Un mexicano? ¿Un ’traidor’?

México debió invertir –apostar- gran parte de su ’hacienda’ o ’rancho’ en su industria del petróleo. Nos habríamos hecho ricos. Existe un informe que documenta que estamos parados sobre un mar de 139 mil millones de barriles. Es un tesoro.
México debió invertir su ’hacienda’ en exploración -para encontrar nuevos yacimientos- y en Pemex Refinación. Pero como ya vimos, México –su gobierno- no sólo no invirtió más en el negocio que podía habernos hecho ricos –argumentando siempre ’lo mal que nos fue con López Portillo y con nuestra dependencia del petróleo: mejor ya no invirtamos más en eso y sigamos pobres, no desentierren eso’. México –su gobierno- ya comenzó a ’desinflar’ nuestra industria petrolera –con los mortales recortes de 2015 y 2016-, para reventarla. Así termina la historia de nuestra máxima ’mina de oro’. Hace diez años fuimos el sexto productor de petróleo en el mundo. Hoy somos el doce. En diez años serán otros los que se harán ricos con lo que es nuestro.

La consecuencia.
Los 100 mil millones de dólares que nuestro gobierno le ’tumbó’ a Pemex –con impacto máximo en Pemex Refinación- son el inicio del colapso ’final’ de nuestra industria de procesar petróleo –y convertirlo en gasolinas exportables-. Para julio 18 de 2016, México sólo pudo producir 311 mil barriles (MDB) de gasolina diarios y necesitó desesperadamente los restantes 504.6 mil barriles diarios (MBD) para satisfacer la pura demanda interna –los consumidores mexicanos-. Solución por parte de nuestro gobierno: contratar a un extranjero para que nos consiguiera gasolinas. Sí: importarla de otros países. ’Por primera vez’ –así lo escribió Claudia Solera, de Excélsior, en ese momento-, ’62% de las gasolinas que se consumirán en México proviene del exterior’.

62% de las gasolinas provendrá del exterior. ¿Quién está destruyendo a México?

La empresa contratada se llama PMI Trading, irlandesa, ahora es responsable del 62% de la gasolina que llega a los tanques de nuestros automotores –porcentaje que ahora procede del extranjero, aunque aún seamos el doceavo productor de petróleo en el planeta Tierra-. Los países elegidos para aprovisionarnos de petróleo refinado –gasolinas- para nuestros vehículos y maquinarias son 8: India, Francia, Trinidad y Tobago, España, Bahamas, Antillas Neerlandesas, Países Bajos, y los Estados Unidos (este último representa el 80% de estas importaciones). Gracias gobierno destructor.

Se presentó un nuevo problema: las miles de toneladas de gasolinas extranjeras comenzaron a quedarse atoradas en los puertos de México, en las bodegas de sus enormes barcos tanqueros: en México no había dónde guardarlas. Los hombres de los tanqueros se enojaron. ’¿Vamos a esperar aquí, dammit?’ Respuesta: la empresa irlandesa PMI Trading multó a México por tenerlos esperando. Pemex –nosotros, los mexicanos- debemos ahora pagarle a Irlanda más de mil 403 millones de pesos –debida a ’dos mil 69 demoras’-, que están generando más intereses.

Colmo: México no puede llamar a cuentas a PMI Trading, la empresa irlandesa. El Congreso Mexicano no logró que Pemex le explicara las razones de por qué está comprando la gasolina a estos ocho países específicos y a esos refinadores específicos –que fueron elegidos por PMI Trading-. El IFAI le negó estas mismas explicaciones a la ciudadana mexicana Margarita Pérez –recurso IFAI 1857200064316; ver misma nota Excélsior de Claudia Solera-. Hay una explicación, pero es demasiado terrible:

PMI Trading no tiene por qué darle cuentas al gobierno mexicano. La ley de Irlanda establece que sus compañías no les den explicaciones a extranjeros.

Bravo.

Pero más grave aún: ¿Por qué México sólo tenemos en operación SEIS REFINERÍAS –Tula, Salina Cruz, Cadereyta, Minatitlán, Salamanca y Madero-, cuando en los Estados Unidos existen 139? Sí. 139 contra seis.

Esto nos lleva hacia la parte más oscura de todo.

Antes de viajar hasta el centro de la telaraña, debemos recordar y aceptar un hecho mencionado al principio de este artículo -y en el libro ’Secreto R’-: la ’Reforma Energética’ del Presidente Peña Nieto no fue planeada en México.

Su arquitecto fue David Goldwyn, asesor estratégico de Hillary Clinton. El plan para destruir la ’mexicanidad’ del nuestro petróleo ’mexicano’ comenzó desde el momento mismo en el que dicha mexicanidad nació: 1917, hace cien años, cuando se decretó el Artículo 27 en la Constitución Revolucionaria. Las acciones de los Estados Unidos para derrumbar este Artículo incluyeron el asesinato de Venustiano Carranza, las amenazas a Álvaro Obregón, el asesinato del mismo, los Tratados de Bucareli y el pacto Morrow/Calles; y en tiempos más recientes las reuniones del CFR donde estuvo presente Pedro Aspe, y el diseño de a hoy imperante ’Reforma Energética’. La Reforma Energética fue sólo la culminación victoriosa de un proyecto americano: ’Queremos el petróleo de México.’
Entre 2002 y 2012 el estado de Texas (frontera con nuestros estados norteños de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua), ha sacado de su subsuelo cuatro mil millones de barriles de petróleo. En esos mismos años, México ha sacado de todas sus regiones un total de trece mil millones de barriles; pero de la Región Norte –locaciones pegadas y/o cercanas a Texas (sitios Burgos, Poza-Rica-Altamira, Aceite Terciario del Golfo y Veracruz), Pemex sólo sacó en esos años 377 millones de barriles (menos del 10% que el Estado de Texas)-. ¿Acaso tenemos en nuestra ’Zona Norte Pemex’ menos petróleo que en el Estado de Texas, que es la MISMA REGIÓN GEOLÓGICA?

Los ’gringos’ se enorgullecen de su ’Gran Cuenca Pérmica’ que abarca gran parte del estado de Texas: una gigantesca olla de petróleo que guardó millones de toneladas de materia orgánica prehistórica por ser el fondo de un océano primitivo –hoy inexistente y convertido en desiertos- llamado ’El Océano de Iapetus’. La llaman también ’Mid-Continent Oil Province’.

Sorpresa: ese Océano de Iapetus también abarcaba a México: nuestros estados de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua. En Coahuila abundan conchas prehistóricas de dos metros de altura pertenecientes a las amonitas de ese periodo pérmico –ver una de ellas en la entrada del Museo del Desierto, Saltillo, Coahuila-. A esta zona hoy los arqueo/geólogos la llaman ’el jardín de las amonitas gigantes’. La gente común no sabe nada de esto, y esto es precisamente el problema. No saben que están conduciendo sus vehículos secos de gasolina carísima de origen extranjero sobre un lago de oro líquido, que es mexicano, que ha estado ahí desde siempre. Han sido educados para no saberlo.

Los ingenieros petroleros mexicanos no han explorado realmente estos gigantescos desiertos. Han recibido los dictámenes ’expertos’ de geólogos americanos –estadounidenses-, enviados desde Dallas, Houston, Washington, que les han dicho: ’aquí abajo no hay petróleo, amigo, créeme’ –con un resplandor dorado en el colmillo.

Sin embargo, si emprendiéramos el vuelo hacia el norte, volando por encima de esas ’dunas’, notaríamos algo extraordinario al cruzar la frontera y llegar a los Estados Unidos (Texas): un jardín de campos petroleros: máquinas de extracción en movimiento.

Un momento: ¿Es posible acaso que la ’Gran Cuenca Pérmica’ –uno de los máximos sacos de petróleo del mundo- abarque únicamente la parte ’gringa’ del mapamundi, como si las grandes cavernas subterráneas ’no quisieran’ o ’se negaran’ a estar debajo de la parte de México, en nuestros estados de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua, que están justo al sur de Texas? ¿Acaso los dinosaurios y/o amonitas gigantes de hace 300 millones de años supieron que en el futuro iban a existir los humanos, y que unos de ellos se iban a llamar ’gringos’ y otros ’mexicanos’, y que sólo debían morir y depositarse en el territorio futuramente llamado ’USA’? –no olvidemos que en ese momento ni siquiera existió nuestro actual continente como lo conocemos: esa zona estaba completamente bajo el agua.

Existe otra explicación:

Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Chihuahua son realmente parte de la Gran Cuenca Pérmica, y son gigantescos sacos subterráneos llenos de petróleo que podría hacernos inconmensurablemente ricos y poderosos para los próximos dos siglos, pero los ’gringos’ nos han condicionado, educado y manipulado para que creamos que esto no es cierto, al grado de lograr que nuestros propios ingenieros mexicanos afirmen –con sueldo o sin sueldo americano- que no existen yacimientos posibles en el norte de México.

¿Por qué los ’gringos’ habrían emprendido un plan tan perverso contra México? –hacernos creer que no tenemos petróleo, o que tenemos mucho menos petróleo del que realmente tenemos-
Antes de concluir, hay que considerar que si esta explicación es correcta, entonces este es el Plan Petróleo México de los Estados Unidos: y que no sólo es responsable de lavarnos el cerebro para nunca explorar realmente nuestra mina profunda; sino también para continuamente desorientarnos y manipularnos para que nunca desarrolláramos una verdadera industria de la refinación –hoy sólo llegamos a seis refinerías ’viejas’ cuando ellos han construido 139 en perfecta operación.

Quieren nuestras reservas.

En 2012 lograron su sueño dorado: el gobierno de Peña Nieto logró lo que antes fue imposible durante 95 años: des-sacralizar el antes intocable Artículo 27 de la Constitución de 1917 –eje de nuestro nacionalismo y orgullo mexicano: cuando el petróleo mexicano era más sagrado que la Virgen de Guadalupe-. Hoy está pasado de moda hablar tanto de ’nacionalismo’ como del ’Artículo 27’. Otra victoria más para los Estados Unidos. ¿Acaso quedan ’nacionalistas’? ¿Podrá regresar esta ’moda’?

Con la ’Reforma Energética’ el presidente Peña Nieto prometió que iba a llegar una avalancha de inversionistas extranjeros para explorar nuestras reservas y ’sacarnos de pobres’. En Ciudad del Carmen –cercana al proyecto Ku-Maloob-Zaap- convenció a los empresarios para que comenzaran a construir una ’selva’ de hoteles y desarrollos. ’Esto va a ser un hervidero de inversiones, de movimiento: prepárense para la abundancia’. Hoy todos esos edificios están abandonados. Se quedaron en obra negra. No llegaron las inversiones.

El precio del petróleo se derrumbó en el mundo y todo se vino abajo. No hubo en México un solo cerebro capaz de pronosticar esta caída del precio del crudo. ¿Acaso no tenemos agentes mexicanos infiltrados en los centros de decisión de los Estados Unidos que pudieron estar informados, e informarnos? Si no fue así, entonces es traición por ineptitud. Debimos tenerlos: es parte del deber de cualquier Estado la función de inteligencia –la primera línea de defensa de un país es su sistema de espionaje e información estratégica-. Si sí fue así, y supieron que esto venía, entonces es traición máxima.

México tuvo un momento de oro donde reinó un gran nacionalismo y el país tuvo líderes con ’huevos’ que alzaron la voz y México fue respetado en el mundo –ver Genaro Estrada, Doctrina Estrada, que se convirtió en la política internacional del planeta Tierra -. ¿Dónde está hoy ese México? Hace 80 años José Vasconcelos dijo: ’México, despierta’.

En la era de oro México exploró y excavó los gigantescos pozos como Cantarell, que se convirtió en el segundo mayor yacimiento del mundo –sólo debajo de Arabia-; todo ello con equipos mexicanos. Desde tiempos de Salinas el gobierno optó por sacrificar estos equipos y tecnologías mexicanas, y desde entonces –incluso mucho antes de la ’Reforma Energética’- se optó –increíblemente- por sustituir estos equipos mexicanos por contratistas extranjeros como Halliburton, Schlumberger, Weatherford, Nabors-. La derrota de Salinas sobre el sindicalista petrolero ’La Quina’ fue la clave para este gran ’progreso’ de los extranjeros sobre el ’tesoro subterráneo de México’. Era ’La Quina’ la que habría impedido o al menos frenado parte de esto.

Volviendo a la actualidad.

Tenemos hoy a un presidente mexicano anunciándonos que la gasolina ya no nos va a costar 12 pesos por litro, sino hasta 17, y que esto es ’inevitable’ -cuando en Texas, vecino nuestro, la venden en 11-. Tenemos a un país medianamente ’incendiado’ por la rabia y la cólera, exigiendo que NO SE ACEPTE EL GASOLINAZO. Pero nadie parece estar gritando que se RECONSTRUYA NUESTRA INDUSTRIA DE LA REFINACIÓN –para lo cual se necesitaría reinyectarle los 100 mil millones de dólares que le quitó el gobierno de Peña Nieto, quien prefirió canalizar 169 mil millones de pesos para construir un nuevo aeropuerto ¿es tan urgente un nuevo aeropuerto para los mexicanos? ¿Con qué combustible vamos a abastecer a todos estos aviones, y de qué país lo vamos a importar?; y un nuevo edificio para el INE, que cuesta mil millones de pesos; y un nuevo avión presidencial Boeing Dreamliner 787, de 7 mil millones de pesos.

Los gritos de los mexicanos en las calles no están diciendo SALVEMOS PEMEX. Deberíamos estar gritando esto.

Un funcionario de Pemex acaba de decirme en forma discreta: ’los recortes a Pemex Refinación no son accidentales. Quieren destruir a Pemex. Todo esto es para destruir a Pemex. Están preparando el camino para entregarlo todo a los extranjeros.’

Mientras me dijo esto yo observé por la ventana el enorme edificio de Pemex, con sus grandes 51 pisos de color café metálico. Lo hemos odiado pero deberíamos amarlo. Gran parte del dinero que tenemos se lo debemos a esa defectuosa pero magnífica empresa, que es nuestra, y que hoy está siendo destruida desde afuera por mexicanos que siguen indicaciones de empresas extranjeras.

Ayer el presidente Peña Nieto, para justificar el ’gasolinazo’ dijo la frase final para sepultar a la gallina de los huevos de oro:

’La gallina de los huevos de oro se nos fue secando, se acabó.’

¿Se acabó? ¿O la acabaste? ¿Y por instrucciones o consejos de quién?

En el año de 1957, el grande y controversial José Vasconcelos, alguna vez candidato opositor al entonces PRI, y derrotado con el mayor fraude electoral de nuestra historia –(ver Secreto 1929)-, hizo una increíble declaración para un programa de la televisión mexicana, que nunca volvió a ser retransmitido. En el programa de la Casa Madero –vitivinícola de la familia de Francisco Madero, asesinado en 1913 por órdenes de la Embajada Americana (ver Secreto 1910)-, dijo: ’Entonces yo vi un documento en la revista de la Marina Americana, que decía que México y Venezuela somos las reservas estratégicas de los Estados Unidos.’

Eso es lo que somos. Por eso ahora dependeremos de si los extranjeros deciden o no invertir en México para explorar y refinar ’nuestro’ petróleo, cuando ellos quieran, si quieren.

Por esto es que los Estados Unidos no han querido que nosotros mismos explotemos nuestro propio petróleo, nuestra gallina de los huevos de oro. Por esto nos han estado manipulando década tras década para que nosotros mismos no creamos que tenemos reservas, que ’se están acabando’, que ’se acabaron’; para que nuestros propios ingenieros nos digan que no tenemos más yacimientos potenciales, porque los ’asesoró’ un ’gringo’ o alguien ’capacitado’ por gringos. Estas reservas son y serán para los Estados Unidos, para el día –ya cercano- en el que los Estados Unidos se quedarán sin petróleo –aunque hoy nos digan que tienen ’trillones’ de un nuevo petróleo el ’petróleo shale’: es bull-shit, es una pantalla-. Nuestro petróleo es su reserva para el futuro.

Pero nosotros podemos hoy alterarles ese futuro.

Mañana, la siguiente parte de este misterio:
¿Quién está detrás de los saqueos generalizados por las protestas contra el ’Gazolinazo’? Por varios días surgieron infinidad de teorías: ¿Es el propio gobierno de Peña, para desmovilizar a la población por medio del terror, y boicotear las protestas? ¿Es acaso AMLO y los sistemas de movilización de Morena? ¿Son acaso los Estados Unidos –Trump o la administración Obama-, con la intención de destruir y desestabilizar aún más al gobierno de Peña Nieto? La respuesta es mucho más escalofriante, sorprendente, e incluso cómica.

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