Cuando la rutina forzaba a la población a voltear a otro lado que no fuera López Obrador, el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, le da oxígeno a la campaña de Morena y le regresa los reflectores a Andrés Manuel, que semanas antes lo habían marginado.
Desesperado Yunes por justificar el cargo que ostenta, elegido por mero hartazgo de los veracruzanos, desde un mes antes se había dedicado a la investigación policiaca y arremetió contra Javier duarte, su antecesor y contra el gobernador anterior a éste, Fidel Herrera, el pretexto fue la aplicación de medicamentos vencidos contra el cáncer.
Consecuencias que no ha comprobado Yunes, pero que provocó la ira del secretario de Salud, el ex rector de la UNAM, José Narro Robles.
Después yines, dentro de su giro de detective privado, armó un set en Córdova que aseguraba que se trataba de una bodega, donde el ex gobernador Javier duarte y su esposa, tenían algunos de los secretos de su éxito. Nadie le creyó al gobernador.
Pero siguió incansablemente con su labor de policía de crucero y dedujo que el país entero le agradecería desenmascarar a Andrés Manuel López Obrador, cuando en realidad lo que en realidad hizo fue darle oxígeno a la campaña de Morena que se asfixiaba.
Entonces dijo que el malo de la película, como si él fuera el bueno, es decir Javier Duarte, le daba dinero a otro malo, es decir Andrés Manuel para su partido, entonces se reactivó la figura de éste y los reflectores regresaron a ampararlo.
Algo tienen los panistas que ven con mucho agrado la figura del tabasqueño, desde el líder nacional de ese partido, Ricardo Anaya, quien no deja de mencionarlo en sus spots de radio y televisión, hasta Yunes y nada menos que Margarita Zavala, quien da a Andrés Manuel como seguro vencedor de las elecciones de 2018, a menos, asegura, que ella sea candidata.
"Estoy encabezando las encuestas, es un hecho. Soy la única que puede ganarle a Obrador, la que le puede ganar a la demagogia", aseveró Margarita Zavala durante un encuentro con ex funcionarios panistas, en el World Trade Center de la Ciudad de México.
Lo que llama la atención es que la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, a sabiendas de que la acusación de Yunes tendría que investigarse, toma las declaraciones del gobernador de Veracruz como un dato digno de investigarse e inició una averiguación previa contra Andrés Manuel López Obrador y de ex funcionarios del gobierno de Veracruz durante el gobierno de Javier Duarte, por la presunta comisión de delitos electorales relacionados con desvíos de recursos de esa entidad para actividades políticas del instituto político.
Las campañas de desprestigio en estos tiempos nada tienen de inofensivo. Obedecen a un proyecto que pareciera está instalado en los genes de los conservadores y los ingenuos. Unos como promotores de los rumores como si se tratara de hechos consumados y otros como si ignoraran que la descalificación puede tener siempre una mentira y una campaña de desgaste como impulso.
Los panistas, los priistas y los perredistas parecen tener en la figura del líder nacional
de Morena no sólo a un contrincante electoral sino a un enemigo a muerte, condición que no cabe en ninguna democracia que se digne de serlo, pero sobre todo la figura del tabasqueño es algo más que un fantasma que merodea los discursos de los partidos políticos, es una obsesión patológica.